que tú eres yo, que estoy aquí porque eres yo

nunca te había sabido tan dentro como hoy, tan radicalmente dentro, tan yo, nunca antes como hoy

y el susto que me has dado se llama libertad, y es tuyo, tú eres mi libertad

mañana cae el último puente

y yo quiero vivir ya

la cosecha es activa pero es pasiva: callar y atender, todo llega a cien, todo vuelve a cien, todo invade el cielo

al cabo, luz y calor son una misma cosa: yo ardiendo

el calor llega del fuego de los puentes

le tengo fe al fuego: da luz

que la vida es tolerable en la medida en que uno es consciente de que no existe como tal, sino tan solo como parte de la vida, de lo vivo, como vida misma más allá del yo soñado y ficticio

no dar rastro, no dar astro, no dar esto, no ser esto

ser, ser ya

poner toda mi confianza en las cosas que no dependen de mi voluntad, en lo que sucede por sí solo, sin que yo intervenga

pero un hambre constante que amenace lo vivo, que lo coma, lo seque, lo destruya, lo esgrima

pero un hombre constante que renace lo mío, que lo fuerza, lo viene, que lo fuere, lo soy

que lo fuerte, lo tuyo, que lo nuestro, lo busco, que la frase, la ría, que lo canto, la vida

y que no, que no yo, que sí yo, que tú yo, que tu yo, que yo tú, que por ti, que por mí, por lo nuestro, por ti, porque sí, porque aquí, porque mí, para mí, para así, para aquí, para mí, para ti

hambres hambres vivas el sol lo alto el mar hambres que no que no yo no soy ya yo no hambres el sol estar así aquí el sol hambres di di dónde di por di hacia yo yo yo

ámame nadie

yo soy

y la verdad a partes y los hombres sed y no sed y yo humo y nada dañe lo que yo quiera, ame lo que yo quiera, lo que yo quiera, humo, nada paz, nadie cero amor yo soy nadie, amor cero dios yo yo yo yo nadie

ven

llámame nadie

"... ríos de agua viva manarán de su vientre...", y saldrán por sus ojos

el cielo como el cielo el cielo abierto la paz dadme la paz dentro de una escritura un árbol y en él cielo y cantad cantad cantad

y el cielo en la escritura el cielo muerto la paz dadme la paz dádmela desde afuera y por adentro y yo y tú toda persona y consolación desdémona y mi paz

y el pan dadme mi paz, la paz dadme mi paz

el secreto es la escucha, la llave, el sí, el vamos, el voy, el tú, el yo

el secreto es la escucha: todo eso eres tú: cada ruido, cada palabra, cada suspiro, cada violín, cada gemido, cada portazo, cada dolor: eso eres tú, tú eres yo

el secreto es la escucha: todo te habla, y no es ajeno: cuanto suena suena por ti, cuanto llega a ti eres tú: cuando le escuchas a él eres tú quien te habla desde él, él eres tú

de pronto un ruido suena cerca, temes un instante que sea su respiración tras su recuerdo de algo duro, luego ves que no, que era el vecino, que era en la otra casa, que era un coche en la calle, y yo te digo: da exactamente igual: el coche es su dolor, el vecino es su dolor, el exterior es su dolor, y tú eres ella y su dolor y el coche y el vecino y su fuerza y su esfuerzo y la canción

y si sufres tú sufro yo, porque tú eres yo