Si bien casi lo único que sé, lo único que tengo, es este despertar entre suspiros, este incómodo azar, las buenas noches, saber que no has llegado, abrir la puerta, escribir de tu ausencia y de tu estar.
A veces yo lo único que sé, lo único que tengo, es abrir las ventanas al vacío, echarle a toda luz toda palabra y sed, y dar la vida a golpes verso a verso y en prosa verso a verso el verso disponer.
Lo único que sé tan ciegamente, lo único que sudo y me desteta y llena y me detesta y vive e incomoda y despierta, lo único que tengo y no he buscado es este ardor de frente desde dentro, este estar ni despierto ni concluso, este coger tu tren y serte mago y blanco y mago y gris.
Lo único que busco es estar vivo, y estar vivo eres tú, y llegan los minutos y llegan las semanas, y sueño en unos días y unas manos y en ti por la mañana y en tu voz y en verte sonreír y en que me busques fácil y en ser fácil por ti, lo único que tengo y tus besos escritos, la esperanza del beso ser verdad y no solo beso escrito, lo único que tengo es este tren que espero llegue a ti.