lunes, 23 de enero de 2012

Hay que amarrarse al viento. Y dar la piel. Y hacer la piel. Y ser la piel. Hay que amasarse al viento. 

Hay que dar viento frío y viento fuego. Y darse error y juego. Y darse herida y hielo. Hay que comerse el viento. Hay que saberse viento. 

Hay que llorar al viento y en el viento gritar y en el viento fugarse de lo humano. Y hacerse luz del viento. Y estallar en el cielo, y estallar en el blanco, y estallar en el ser. Y estallido a estallido hacerse vida y verbo, y estallido a estallido hacerse amor y sueño, y estallido a estallido quemar con agua viva y sal y estruendo de dolor cada estrofa perdida, cada mujer huida, cada no comprender. Y hacerse fuego. 

Y volar como no creemos que podamos, y llorar como no sabemos que lloramos, y nacer como no creemos que se pueda nacer: a grito vivo en alma en el cobarde, a grito vivo en alma en el rechazo, a grito vivo en alma en necedad. A grito vivo el viento dando frío y templanza y curtiendo lo débil y forjando lo llano y saciando el temblor. A grito vivo el alma en este invierno de soledad y amparo y el cielo loco y fijo llevándonos ya claro y decidido a la meta total: dadme viento, nos dice, dadme fuego, dadme a gritos el fuego, os lo cambio por paz.

martes, 17 de enero de 2012

Dame, amor, la razón que quieras darme. La luz ya no la tengo, ni el camino se traza ni hay adónde mirar. Dame completa, amor, razón con vida, que amanezca delante, que el sol llegue, que me empiece la vida a dar respuesta. Dame una luz y un escalón y un trazo al azar que seguir, dame un viento de paz, de olvidar lo que no quiero que pase, dame puertas abiertas, cierra el tiempo y el hoyo y el abismo hazlo fuero, un fuero al que agarrarme y en que caiga razonable y total y coherente, dame un abismo entero, un abismo de mí, un abismo que sea lo que quiero, dame un abismo abierto.
Amor, yo lo gozoso, lo loco, lo insensato, lo vivo, lo tuyo, lo pesado, lo perdido, lo nuestro. Amor, yo lo doliente, yo lo fuerte, lo mío. Amor, yo lo contrario, lo fatal, tu destino, tú el mío. Amor, yo lo lloroso, amor, yo el alma en vino.
Amor, la tarde fría, amor, la tarde en trueno, amor, la tarde en vilo. Y aquí por la derecha el cielo abierto y el más allá vacío. Y ando de dos mil doce en dos mil doce abriendo con las manos y las garras y el frío aquí en mi pecho ciego un infierno de azares y de gozos y amarse y de no poder ir ni haber venido. Ando de dos mil doce en dos mil doce retirando el apoyo y el descanso y el fin al fondo de mi abismo.

sábado, 14 de enero de 2012

Y el universo en verso en cuatro días, el alma toda en verso por el cuerpo, el alma gris y llueve, dónde la paz de estar, dónde la calma de después de los juegos, te evaporas, te ciernes, te calibras, te empresas, das de ti cada vez, en líquido total y aguardiente y mi sed, das de ti a cada esquina el pulgar cierto, y el ángulo se hace túnel de la bondad, y la bondad es Dante y el infierno el camino de la mitad del tiempo y de tu anchura, hazte pues mi Virgilio, y mi comedia y verso, y entrelaza en el bucle del infinito eterno “perded toda esperanza si cruzáis este umbral”, abre la puerta, abre la puerta oscura y gozosa y poeta y circulo del cielo, abre tú pues tu puerta y come mi esperanza y haz con ella fogón y haz con ella receta y hazme con la esperanza el mar y el cancerbero y el camino y el Hades y el poeta que mira en ti y a ti y hacia detrás y adentro, perded toda esperanza, mas pasad, perded toda esperanza, mas amad, perded toda esperanza pues ya no es necesaria, yo soy la puerta abierta que esperabais, yo estoy mujer abierta y pantano y abismo y lo deseas y ahora ya no lo esperas, has llegado.

(He llegado yo pues al cielo infierno de tus puertas abiertas y espaciosas y ven me lo has pedido y ataca desde adentro y no cruces la puerta ya de vuelta, pierde toda esperanza y muerde fuerte y toca y encapricha y azuza desde adentro, pierde toda esperanza y hazme el cielo manar agua y saliva y fuerza de mujer y amor hambriento).