lunes, 1 de diciembre de 2014

La fundación del hambre como un milagro a ciegas: definirse, vivir, caer, estar, de pronto una falta, un hogar, un no vivir y tanto porque hagamos nos da.
La fundación del cielo: la batalla del pan, el olvido, la fuente, nada y en tanta nada querer más tropezar: el abismo, la fuga, la cosecha, la paz.
Yo tengo un hambre sola en este mundo: no tener nunca más guerra de la conciencia que a mi guerra bendita le haga guerra y no paz: no tener otra gloria que ser y desear.

4 comentarios:

ribemependros dijo...

A veces lo bordas, no sé que tiene todo esto de verdadero de corazón puro

nadie dijo...

Tiene mucho, pero quisiera que tuviera más.

Calma en días de tormenta (Darilea) dijo...

De guerras y conciencia sobrevive el poeta. Un besito

nadie dijo...

Sobrevivamos, pues, paz o guerra y con sin ciencia :-)
Un beso.