viernes, 14 de enero de 2011

abajo


Dame, amor, la razón que quieras darme. La luz ya no la tengo, ni el camino se traza ni hay adónde mirar. Dame completa, amor, razón con vida, que amanezca delante, que el sol llegue, que me empiece la vida a dar respuestas. Dame una luz y un escalón y un trazo al azar que seguir, dame un viento de paz, de olvidar lo que no quiero que pase, dame puertas abiertas, cierra el tiempo y el hoyo y el abismo hazlo fuero, un fuero al que agarrarme y en que caiga razonable y total y coherente, dame un abismo entero, un abismo de mí, un abismo que sea lo que quiero, dame un abismo abierto.

Amor, yo lo gozoso, lo loco, lo insensato, lo vivo, lo tuyo, lo pesado, lo perdido, lo nuestro. Amor, yo lo doliente, yo lo fuerte, lo mío. Amor, yo lo contrario, lo fatal, tu destino, tú el mío. Amor, yo lo lloroso, amor, yo el alma en vino.

Amor, la tarde fría, amor, la tarde en trueno, amor, la tarde en vilo. Y aquí por la derecha el cielo abierto y el más allá vacío. Y ando de dos mil once en dos mil once abriendo con las manos y las garras y el frío aquí en mi pecho ciego un infierno de azares y de gozos y amarse y de no poder ir ni haber venido. Ando de dos mil once en dos mil once retirando el apoyo y el descanso y el fin al fondo de mi abismo.