lunes, 21 de febrero de 2011

¿Sabes qué quiero hacer?: vencer al mundo. Vencerlo parte a parte, escalón a escalón, hombre necio a hombre necio, paz a fe y avanzar y espada contra espada paz a paz y a palabra: avanzar, y vencer, y llegar, y volcar, y cantar, y cavar, y gritar, y llorar, y pacto a pacto el mundo someter, y pacto a pacto el mundo doblegar, y a palabra, y a beso, y a escribir, y a bordar, y abajo cada ajeno hervor del sobrio, y abajo cada ajeno hervor del seco, y abajo cada ajeno hervor de los villanos y heladez de lo falso y no callar.

Abajo el mundo más, más acá el mundo, y forzarse en la sombra y encenderse en la luz, y abajo el mundo, y que empiece el combate, que me lleguen, que sanen, que me llamen, que rueguen, y abajo con su carga de vacíos el mundo, y abajo el no haber lleno, y una vez reencontrar, y arribar, y he de ser, he de estar, he de ir, he de dar, abajo el mundo todo y yo hacia arriba, y que se abra la puerta, y que se ciegue el ciego y cobremos palabra los que somos palabra, los que todo lo somos, que llegue el día al cisne y que el reloj fatal nunca nos dé las doce y que el embrujo siga y el zapato se nos viva por siempre de cristal, y que dure el diamante y lo frágil se vierta hecho agua y poder y fuego y aire y peso todo mar, que el valor se me nombre, que estés tú, que estés tú, que estés y yo te vea y tú me veas ya por fin cisne y vida y diamante sin rasgar: abajo el mundo todo, arriba tú hacia mí, abajo el mundo todo: aquí conmigo tú.