ESTAR TUYO, por Santiago Tena

Es verdad que poco a poco se hace el mundo. Poco a poco, como el azar, como las plantas, como la tierra, poco a poco, como una estera que hila recorte a recorte fes y bienes, males y engaños.

Y ha de haber en cada engaño un azar y en cada mal una puerta y una salida, y ha de hacerse de cada azar y de cada puerta una luz y un canto vivo. Y sembrar la esperanza donde ya no la había, el amor donde todo estaba vacío, la pasión donde todo era hasta hoy mismo frialdad y abandono.

Y hacerse de cada pan un mundo, de cada mundo una gloria, de cada palabra un tú, de cada tú un yo camino, un yo te busco, un yo estoy por ti.

Y abrir a cada paso amor y vida sin cobardía ni forma ni inteligencia ni tino: abrirlo todo en un camino de libertad tuyo y mío, real, táctil, escaso, nuestro, consumado, preciso, abrirlo todo ritmo, abrirlo todo niño.

Y hágase pues de nuestro estar un ser, de nuestra sed un agua, de nuestra agua un viento, de nuestra voluntad un volcán mío. Hágase de nuestro estar así un estar fuego y curación y sí y ya y futuro. Hágase un estar tuyo.